Abstract
La observación del campo político obliga al análisis de las relaciones entre los dispositivos de control y diversas modalidades de participación democrática. Las fórmulas liberales reducen generalmente la participación ciudadana a los procesos electorales, sin la observación de los aparatos y sistemas que controlan a la población en diversos campos, asimismo, sin la consideración de las resistencias que elevan los agentes desde la desigualdad, la inseguridad social y la violencia.
En los años recientes, a los mecanismos de control se oponen formas de resistencia que luchan por el reconocimiento constitucional de derechos y mecanismos de control civil de la ilegalidad estatal. Quizá el mejor ejemplo, en nuestro país, sea el grito de los padres de los estudiantes desaparecidos y asesinados en Iguala: “No nos dejen sólos”, contra la decisión gubernamental de cerrar este caso de barbarie, precisamente cuando las protestas han disminuido y los intelectuales mediáticos se sorprenden ante la incredulidad del mundo por lo que consideran “la mejor investigación judicial realizada en las últimas décadas”.
Ernesto Treviño Ronzón (Coordinador)